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La larga duración de la pandemia provocada por la Covid-19, el aislamiento social y los cambios de rutina generados por esta emergencia sanitaria, han hecho que muchas personas comiencen a tener problemas para dormir.
“El aumento del nivel de estrés y de la ansiedad, unido a los cambios de hábitos tan bruscos por la Covid, han incrementado la aparición del insomnio entre la población”, explica la Dra. Ana Fernández Arcos, neuróloga y Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en declaraciones a este medio.
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